La implicación y responsabilidad empresarial, claves en el Informe de Progreso del Pacto Mundial de Naciones Unidas

Presentamos, por séptimo año consecutivo, nuestro Informe de Progreso del Pacto Mundial de Naciones Unidas relativo al año 2015, un reporte anual mediante el cual más de 2.600 organizaciones informan sobre las acciones realizadas en la implementación de los diez principios del Pacto Mundial a sus grupos de interés.
El desarrollo de políticas y acciones de Responsabilidad Social continua representando uno de los ejes fundamentales de la estrategia empresarial de Qipert. Muestra del continuo desempeño en esta área es la ampliación del número de acciones de RSC llevadas a cabo durante 2015, enfocadas principalmente a nuestro colectivo de empleados, nuestros clientes, socios y proveedores, la sociedad y el medioambiente, con unos resultados muy significativos.
Los empleados de nuestra compañía son nuestros principales prescriptores, por lo que ponemos a su disposición todas las herramientas que puedan ayudarles a mejorar su día a día. Partiendo de nuestro nuevo Plan de Igualdad y de los avances en la conciliación de la vida profesional y familiar, también cuentan con un ajustado y muy beneficioso Plan de Formación, que les ayuda a desarrollarse y a poder avanzar en su carrera profesional. La comunicación es otra de las áreas a las que la compañía ha seguido dando relevancia en los últimos meses, ya que aporta transparencia y mejora el conocimiento e implicación por parte del equipo humano de Qipert.
La satisfacción del cliente es, además de una de nuestras máximas, el principio cardinal en la gestión de nuestra actividad diaria, basada en nuestro Código Deontológico en el que figuran aquellas normas y valores para el desarrollo de un ejercicio profesional ético, y sobre la que asentamos nuestro conocimiento y saber hacer como grupo empresarial. Nuestros directivos se ocupan de la gestión del bienestar de nuestros clientes, sin poder ofrecer mejor prueba de su satisfacción que la ampliación de los servicios que muchos de ellos nos han cedido para que gestionemos integra o parcialmente. Es igual de satisfactoria nuestra relación con los proveedores, basada en un protocolo de actuación para su contratación, así como un control por parte de cada dirección de Línea de Negocio que se responsabiliza del servicio prestado, la calidad del mismo y el seguimiento de todo el proceso. No nos olvidamos de nuestros socios, cuyo bienestar cuidamos mediante la celebración periódica de Juntas Generales de Accionistas donde se ponen en común cuestiones que atañen a nuestro Grupo de Empresas y que constituyen una herramienta de seguimiento que nos ayuda a determinar el grado de satisfacción de los mismos.
Este año se ha comenzado a implantar el Plan de Responsabilidad Social trienal, en el que los resultados obtenidos han sido totalmente positivos, aportando, gracias a su éxito, una mayor implicación tanto a nivel interno como de nuestros stakeholders. Más allá de las políticas de ayudas sociales, el medioambiente es una de las áreas en las que más hincapié se ha hecho, con campañas que ayudan a la concienciación y a la reducción de la contaminación de cualquier tipo en el desarrollo de nuestro negocio.
En palabras del presidente de Qipert, José Serrano, “renovamos nuestro compromiso de colaboración y solidaridad, cumpliendo con los diez principios marcados a través de las acciones socialmente responsables que se planteen a lo largo de nuestro camino. Continuaremos implicándonos con mayor ahínco y fuerza si cabe en la mejora de nuestra corresponsabilidad social, e involucrando a nuestro entorno a participar en los mismos”.
La esencia del trabajo en equipo

“La unión hace la fuerza”, enseña el refranero español; una idea que, dejando de lado batallas y revoluciones, adquiere pleno sentido en el mundo laboral. Cuando se trabaja en equipo, la coalición de ideas y capacidades hace que el resultado sea superior, reforzando la capacidad de sus miembros, reduciendo el tiempo de acción y ampliando la eficacia.
Trabajar en equipo favorece la motivación del personal y es un concepto clave para la retención del talento, puesto que fomenta el buen clima laboral y promueve el crecimiento individual y profesional. Para obtener todos estos beneficios, es imprescindible que el líder enfoque la colaboración desde la responsabilidad, sin que el compromiso se limite a la labor particular de cada uno, y ampliándose al grupo para el apoyo mutuo y el crecimiento del equipo en su totalidad. Porque el trabajo colaborativo va más allá de dividir tareas, establecer sesiones de control, replantear nuevas divisiones y que cada miembro siga con el desarrollo de su parte estanca del proyecto.
La confianza entre los miembros del equipo es uno de los pilares principales a reforzar, por lo que es prioritario que todos los participantes conozcan las habilidades de los demás, se definan y respeten los roles y puedan ayudarse mutuamente. La generosidad es clave a la hora de manejar y compartir nuestros conocimientos. Fomentar el traslado y enseñanza de ese knowhow al resto del equipo provoca la mejora en la calidad del trabajo común, reforzando el compromiso del grupo.
Para que el trabajo en equipo funcione es necesario que el líder constituya unos objetivos definidos que orienten a todas las personas a lograr la misma meta, definiendo y explicando desde un primer momento el impacto de la colaboración de cada uno de los miembros en el logro final. La información es otro concepto indispensable para el buen funcionamiento y para lograr el deseado “sentimiento de pertenencia”. Disponer de una identidad común es el factor más poderoso en estos casos, por lo que toda corporación debe definir qué une a su plantilla, fijar unos valores empresariales y motivar al grupo para que cada miembro sea consciente de su impacto en la organización. Cualquier componente quiere ser partícipe del proyecto al que dedica su vida profesional y agradece ser escuchado y que se le involucre en la toma de decisiones.
Las relaciones personales son una de las partes más complicadas de gestionar en las compañías. Un buen líder debe ocuparse de esta tarea con empatía y asertividad, favoreciendo la resolución de conflictos, además del desarrollo de canales de comunicación adecuados para que los equipos se escuchen, retroalimenten y puedan crear estrategias en conjunto. En la diversidad está la clave: la homogeneidad no atrae la innovación. Las nuevas ideas están más presentas en grupos heterogéneos y diversos en los que se consiga sumar opiniones y conceptos novedosos, huyendo de la zona de confort.
Para encontrar el equilibrio en la heterogeneidad que aporta cualquier grupo de personas, resulta vital contrarrestar diferencias y encontrar apoyos en lo que se consideran los ingredientes perfectos para sacar el mayor provecho al trabajo en equipo. Pese a tratarse de personas y no de elementos químicos, existe una fórmula que muestra una idea bastante precisa de cómo hacer funcionar el trabajo colaborativo. Unir el conocimiento de unos y las habilidades de otros hará que, con ganas y actitud apropiadas, el grupo consiga un valor inmejorable:
Valor= (conocimiento+habilidades) x Actitud
Este es uno de los rasgos más característicos de las organizaciones que alcanzan el éxito profesional y favorece, en definitiva, la motivación, el compromiso, la creatividad y la comunicación entre los integrantes de una entidad y, con ello, consecuentemente, sus resultados globales.
Photo credit: Aurimas Adomavicius via Foter.com /CC BY-ND