
La crisis financiera se considera uno de los factores predominantes en la internacionalización de empresas españolas. Cuando en 2008 la situación se complicó en España, fueron muchas las compañías que optaron por abrir nuevos mercados fuera de nuestras fronteras para hacer frente a la recesión del mercado interno. Los expertos consideran que la internacionalización es uno de los principales motores de la economía desde el siglo pasado, pero según los datos que recoge el diario El País en una reciente noticia, en 2014 las exportaciones de bienes y servicios nacionales alcanzaron máximos históricos, hasta suponer el 32% del PIB.
Conscientes de la importancia de la diversificación geográfica, en Qipert optamos por abrir mercado en México en el año 2010, donde disponemos de oficinas propias y ofrecemos cobertura en las principales ciudades del país azteca. Además, hemos ampliado sustancialmente el número de empleados fuera de España. A cierre del último ejercicio, el número de profesionales dedicados a desarrollar las labores de Qipert en México se multiplicó por tres, pasando de 4 empleados a 13.
Ofrecer los productos y servicios fuera del país de origen o implantarse en el extranjero con la compra de compañías locales aún resulta un importante reto para la gran mayoría de las empresas. Solo un 5% de las firmas españolas, unas 155.000, han dado ya ese paso, y únicamente un tercio de este grupo exporta con cierta regularidad, según datos del ICEX. Los expertos indican la relevancia del tamaño para poder llevar a cabo la internacionalización y es que, de acuerdo con los cálculos de Eurostat, en España el número medio de trabajadores por empresa era de 4,7 en 2014. Esta cifra solo es menor en Italia (cuatro empleados) y está bastante lejos del tamaño empresarial de Francia (5,7 empleados), Reino Unido (11 trabajadores) y Alemania (11,7 asalariados). Los datos de un informe de Grupo Zurich tampoco son muy alentadores: la expansión a mercados extranjeros se ha reducido un 43% en comparación con años anteriores.
Con el principal objetivo de ayudar en el proceso de internacionalización de las pymes, el presidente de la Cámara de Comercio de España, José Luis Bonet, anunció hace unas semanas la puesta en marcha del Plan de Internacionalización que pretenden implantar durante los próximos meses. Información y sensibilización, formación, competitividad internacional y cooperación institucional son los ejes en los que se basa dicho plan dirigido a mejorar las condiciones para que las empresas españolas puedan iniciar, consolidar o multiplicar su expansión internacional.
Según las declaraciones del presidente recogidas por la agencia EFE, para dar el salto a mercados exteriores la mejora de la competitividad es un paso previo necesario. Por ello, la Cámara de Comercio se ha comprometido a gestionar fondos por un importe de 375 millones de euros para que, durante los próximos cuatro años, se mejore la competitividad de más de 100.000 empresas y lograr así cerca de medio millón de beneficiarios. El dinamismo de la demanda interna, la estabilidad del sector exterior, la creación de empleo sostenida y la moderación de las tensiones inflacionistas son, según este órgano consultivo y de colaboración, las condiciones que pretenden aprovechar para ayudar a las pymes españolas a abrir nuevos mercados fuera de España.
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