
El Día Universal del Niño, que se celebró la semana pasada, nos recuerda que es el colectivo más frágil y, por tanto, el que más sufre las crisis y los problemas de la sociedad. Ya en 1954 la Asamblea General de la ONU recomendó destinar un día a fomentar la fraternidad entre los niños del mundo, y promover su bienestar con actividades sociales y culturales. Cinco años después, el 20 de noviembre de 1959, se aprobó la Declaración de los Derechos del Niño, acordado de manera unánime por los 78 estados miembros que componían por aquel entonces la Organización de Naciones Unidas. Pese al importante paso que supuso, esta declaración no tenía legalmente carácter vinculante, por lo que no era suficiente para proteger los derechos de la infancia. Tras diez años de negociaciones con gobiernos de todo el mundo, líderes religiosos, ONGs y otras instituciones, se logró acordar el texto final de la Convención sobre los Derechos del Niño, el 20 de noviembre de 1989, cuyo cumplimiento es obligatorio para todos los países que la firmaron.
Sin embargo, la realidad sigue mostrándonos demasiadas dificultades. Por ejemplo, UNICEF facilita datos que muestran todo el camino que aún queda por recorrer: 17.000 niños menores de cinco años mueren cada día por causas que se pueden evitar con medidas tan sencillas como tener vacunas, agua o una nutrición adecuada. Queriendo ser consecuentes con esta realidad, en Qipert también intentamos sumar. Por ello, pertenecemos a la Red del Pacto Mundial de Naciones en cuyo ideario está el respeto a los Derechos Humanos, con especial énfasis en su quinto principio: «las empresas deben apoyar la erradicación del trabajo infantil”.
Siempre hemos intentado aportar nuestro granito de arena y la infancia es uno de los sectores en los que más se han involucrado nuestros miembros y trabajadores. Tanto es así, que este año volvemos a colaborar con la asociación Ningún Niño Sin Sonrisa, cuya campaña de recogida de regalos tiene el objetivo de que ningún pequeño se quede sin regalos estas Navidades. Todos los miembros de la compañía que quieran participar en esta iniciativa, pueden hacer entrega de los juguetes (nuevos o de segunda mano) o productos de higiene infantil en las oficinas centrales de la calle Miguel Yuste de Madrid hasta el 30 de noviembre. Además de la recogida de juguetes, también colaboramos con Cáritas de Barcelona.
Desde el departamento de Recursos Humanos se asegura que “tanto nuestros empleados como los miembros de los centros gestores se involucran especialmente con la ayuda a los niños, y desde aquí queremos agradecer la colaboración y apoyo que nos brindan todos los años y animarles a que sigan haciéndolo por el bien de los menos favorecidos”.
Photo credit: Aryan::Arpith / Foter.com / CC BY-SA