
Estamos a punto de terminar nuestro plan estratégico trienal. Puesto en marcha en el año 2012, son muchos los cambios que tanto el mundo empresarial como nuestra propia organización han sufrido en este periodo de tiempo. A la crisis inmobiliaria en la que el país estaba sumergido hubo que sumarle la financiera, donde las fusiones, absorciones e integraciones eran el pan de cada día. Las empresas especializadas en el mundo hipotecario habíamos llegado a la sima de nuestra actividad de manera acelerada; ya no se vendían viviendas y el número de entidades financieras, nuestros principales clientes, era cada vez menor. Esta situación provocó un momento de ruptura en nuestra compañía donde tuvimos que optar entre mantenernos a la espera de que la situación mejorase o buscar nuevos espacios de negocio. En Qipert elegimos hacer empresa de manera diferente: más sólida, multidisciplinar y orientada hacia el cliente, con una clara vocación diferenciadora frente a nuestro entorno más cercano.
La estrategia empresarial a corto y medio plazo que diseñamos en 2012 se sustentaba sobre tres pilares: el primero y más básico, incrementar nuestras cifras de negocio y mejorar los ratios de balance, eficiencia y calidad de servicio; en segundo lugar y, como consecuencia de lo anterior, dar estabilidad y carácter de futuro a todo nuestro colectivo de trabajadores y el resto de stackeholders; y por último, definir cuál sería nuestra imagen corporativa y la marca que nos representaría como la empresa solvente e innovadora que somos. Por ello, decidimos trabajar y renovarnos para adaptarnos a la nueva realidad y creamos este primer y ambicioso plan estratégico para el que preveíamos un aumento considerable de volumen de negocio y beneficio. Nuestro histórico core business, el negocio hipotecario, suponía el 95% de nuestra facturación en 2011. En el desarrollo de este plan estratégico, y según los datos a cierre de 2014, la diversificación de la compañía ha sido de tal envergadura que actualmente supone el 50% del total de nuestra actividad.
Como se puede observar en estos gráficos presentados en nuestra Memoria 2014, el desarrollo del área de de inmobiliario se ha disparado en los últimos tiempos y ya supone el 31% de la facturación, así como el BPO multisectorial, con un 19% del total, otra línea de negocio por la que la compañía apuesta fuerte. Los cerca de 600 profesionales que conformamos esta empresa trabajamos duro para continuar creciendo de manera ordenada, apostando por la innovación, la profesionalización y la calidad. Es nuestro objetivo abrir nuevos mercados en los que desarrollar un crecimiento rentable para nuestros accionistas y sostenible en el tiempo para nuestros clientes.
En lo que a cifras se refiere, finalizamos el año 2014 con una facturación total de 30,9 millones de euros, lo que ha supuesto un incremento del 43,9% respecto a la facturación del año anterior y un 26,31% más sobre lo presupuestado. Según nuestras previsiones, íbamos a cerrar 2015 con unos ingresos de negocio de 28,1 millones de euros y podemos decir que, en la realidad, hemos anticipado en un año nuestros planteamientos previos. Este es el mejor ejemplo de la velocidad a la que avanza nuestra compañía. Actualmente estamos a punto de cerrar el nuevo plan estratégico trienal y somos conscientes de que debemos contar con criterios más ambiciosos, sin perder la cordura que el sector servicios requiere debido al factor de incertidumbre, siempre presente. Continuaremos desarrollando nuestra labor ofreciendo niveles de alta calidad y trabajando a diario para mantener la confianza de nuestros clientes. Con prudencia pero llenos de ilusión y capacidad de esfuerzo, esperamos seguir abriendo nuevos caminos.
Mariano Lamo, director general de Qipert